¿Le dedicas el tiempo suficiente al momento de sacarte el maquillaje? Puede que al acabar el día estés demasiado cansada, pero vale la pena detenerse en este aspecto. Tu piel te lo agradecerá.
¿Mañana o noche?
Tenemos claro que nunca hay que acostarse con el maquillaje puesto. Pero al levantarnos es necesario volver a limpiar nuestro rostro, ya que durante la noche se incrementa la secreción de grasa en la piel.
Los pasos para una limpieza facial perfecta
1. Usa un desmaquillante (gel, espuma o leche). Conviene mantener unos segundos el producto en las manos para adecuarlo a la temperatura de la piel.
2. Aplícalo con suavidad con toda la superficie de las manos y extiéndelo en todos los rincones del rostro.
3. Una vez extendido el producto, apoya las manos en el centro del rostro, sin ejercer presión.
4. Retira las manos en un gesto rápido para desprender impurezas. Volver a apoyar las manos y repetir la acción 7 veces, empezando por el centro del rostro y desplazándote hacia los lados.
5. Repite los pasos anteriores a cada lado del cuello, desde arriba hacia abajo.
6. Retira el producto con suavidad. Usa muselina, esponja o un disco desmaquillante.
7. Después de aclararte, es preciso secarse bien el rostro.
¿Qué productos son los más adecuados?
En el mercado hay desmaquillantes que sirven tanto para los ojos como para todo el rostro. Son útiles porque restauran la hidratación de tu piel: además de eliminar cualquier impureza, tonifican y aportan luminosidad.
El contorno de los ojos es una zona especialmente delicada, por lo que requiere un desmaquillante específico. Bottega Verde, la marca especializada en cosmética natural, recomienda el Desmaquillante de Ojos con Frambuesa y Arándano o el Desmaquillante Micelar - Leche de Algodón y Frambuesa. Delicados y sin perfume, ricos en principios activos naturales, son dos opciones adecuadas para las pieles más sensibles.
Al final del día, Bottega Verde aconseja usar agua micelar para desmaquillar el rostro: respeta el equilibrio de la piel y la deja suave e hidratada. Puedes elegir la que mejor se adapta a tu piel: Agua Micelar Melocotón y Albaricoque (para pieles normales), la de Kiwi y Manzana (para pieles mixtas y grasas) o la de Frambuesa y Arándano (para pieles secas y delicadas). Para desmaquillar ojos y labios puedes usar un desmaquillante bifásico que, en un solo gesto, elimina el maquillaje más resistente.