Cada vez, más personas de mediana edad se lanzan a hacer ejercicio, y la tendencia incluye a aquellos que nunca se habían propuesto practicar un deporte en su adolescencia. ¿Es una buena idea? Spoiler: por supuesto que sí. No importa la edad, ni siquiera si estás compitiendo o no, porque siempre vas a salir ganando.
Elige tu próxima meta
Desde la bicicleta al running o el crossfit: cada vez es más habitual ver a personas que se apasionan por algún tipo de práctica deportiva cumplidos los 40.
Hoy existen infinidad de opciones para todas las edades: gimnasios, clubes de natación, entrenadores personales o competiciones urbanas y de montaña. Hay para todos los gustos y aptitudes.
Es normal que, al alcanzar cierta edad, sentimos que aún tenemos energía pero que empezamos a acomodarnos. Pueden influir otros factores (por ejemplo, que los hijos han crecido y ya no hace falta dedicarles tanto tiempo), pero esta es ya una tendencia imparable.
Tradicionalmente, esta había sido una etapa típicamente masculina, asociada también a una cierta «crisis de los 40». Hoy, con el auge del deporte femenino, ya no es una cuestión de género ni tiene que ver con no aceptar el paso del tiempo: hacemos ejercicio porque sabemos que nos sienta bien.
Puedes empezar hoy mismo
Nunca está de más, sin embargo, consultar a un médico sobre nuestro estado general de salud. Es la mejor manera de evitar lesiones, sobre todo si llevamos tiempo sin hacer ejercicio de forma regular.
También es importante cuidar la dieta y escuchar siempre los consejos de los profesionales de la salud y el deporte.
Empieza poco a poco, sobre todo si no has hecho deporte desde el instituto. Elige un tipo de ejercicio suave, pero que mantenga tu motivación bien alta. No te olvides de calentar antes de empezar y haz estiramientos.
En cuanto te aplicas una rutina de ejercicio diario, el resultado (pasado el cansancio o las agujetas de los primeros días) es más mental que físico: son las endorfinas. Al liberarlas mejoras tu estado de ánimo y sientes que tienes más energía. Y ya nada podrá detenerte.
Movimientos básicos
Para empezar, hay ejercicios muy sencillos que puedes consultar en tutoriales de YouTube:
- Lunge: alternar pasos hacia adelante con las rodillas flexionadas.
- Jumping Jack: saltar mientras abres y cierras las piernas y alzas los brazos.
- Flexiones: hazlas con las rodillas apoyadas en el suelo.
- Skipping: corre sin moverte del sitio.
- Squat: intenta sentarse con la espalda recta y los brazos extendidos hacia adelante.
Tips de motivación
- Déjate de prejuicios. La edad no ha de frenarte. Ni a los 40 no a los 60.
- Sé constante. Pero también realista: no te pongas retos inasumibles.
- Escoge algo que te resulte atractivo. Es obvio: si odias correr ¿para qué torturarse?
- Si tu cuerpo te indica que pares, hazle caso. No hay que lesionarse por amor al arte.
- Mejor practicar en grupo. Siempre te costará más ejercitarte en solitario.
Ventajas de no quedarse quieto
- Controlar el colesterol.
- Perder peso.
- Mejorar la salud cardiovascular.
- Fortalecimiento muscular.
- Dormir mejor.
- Reducir el estrés.
- Ganar autoestima.
Necesitas un plan
No dejes que todo se quede en el propósito fallido de cada año.
- Márcate unos objetivos. Tienen que ser concretos, razonables, medibles y encuadrados en el tiempo.
- Ten una agenda. Registra tus progresos desde el primer día. Tienes aplicaciones que te harán las cosas más fáciles.
- Adapta tu ejercicio a tus capacidades. No te agotes desde el primer día.
- La rutina es esencial. Elige un horario fijo y procura cumplirlo.
- Cuida tu alimentación. La dieta y el descanso te ayudarán a cumplir tus objetivos.
- Compromiso y actitud positiva: es la combinación que te llevará más lejos.
No le des más vueltas: lanzarse a correr, nadar, ir de bicicleta o apuntarse a un gimnasio es una de las mejores decisiones que puedes tomar. Nunca es tarde.