La incomprensión es siempre un golpe descorazonador para un artista. Sin embargo, no hay que desanimarse: incluso los grandes creadores (desde El Greco a Van Gogh) recibieron suspensos inmerecidos, lo que demuestra que la opinión de un experto tiene un valor relativo y que el tiempo pone siempre las cosas en su sitio. Estos son algunos de los rechazos más curiosos de la historia del arte.
IMPRESIÓN. SOL NACIENTE - CLAUDE MONET (1872)
Cuando hoy hablamos de «impresionismo» damos por supuesto que trata de una etiqueta positiva, con la que designamos una corriente artística rompedora. No siempre fue así. El 15 de abril de 1874 se celebró en París una exposición conjunta que no convenció ni al público ni a los expertos. Incluía nombres como Renoir, Degas y Monet. Este último es el que recibió la peor crítica, firmada por un tal Louis Leroy: «Me estaba diciendo a mí mismo que, dado que me quedé impresionado, tenía que haber alguna impresión en aquel lienzo (…) El papel de pared en estado embrionario tiene un mejor acabado que este paisaje marino». Así nació el término «impresionista»: como una burla.
LA MUERTE DE LA VIRGEN – CARAVAGGIO (1606)
La obra, hoy en el Museo del Louvre, fue un encargo para la iglesia de Santa Maria della Scala, en Roma. Al ver el resultado, las autoridades eclesiásticas consideraron que el lienzo era inadecuado para su exhibición en un recinto sagrado. La composición era atrevida para la época, con un tratamiento crudo y realista. Caravaggio modeló las figuras a partir de personas reales, de origen humilde, y usó un cadáver para dar más realismo a la escena de María en su lecho de muerte. Gracias a la intervención de Rubens, el cuadro fue adquirido por el Duque de Mantua y se salvó de caer en el olvido.
LOS JUGADORES DE CARTAS - PAUL CÉZANNE (1895)
Considerado hoy el padre de la pintura moderna, Paul Cézanne llegó a ser ridiculizado por sus contemporáneos. Al principio de su carrera se unió a impresionistas como Pissarro, Monet y Renoir en sus exposiciones conjuntas, con críticas muy negativas. Su primera exposición individual, en 1895, fue un fracaso rotundo. Se llegó a decir de él que «da la impresión de ser una suerte de loco que pinta en un estado de delirium tremens». Incluso su amigo Émile Zola se inspiró en él para retratar a un artista fracasado en La obra. Y el propio Cézanne afirmó: «El mundo no me entiende y yo no entiendo el mundo, por eso me he retirado de él». Hoy, una obra de su serie Los jugadores de cartas es uno de los cuadros por los que se ha pagado más dinero en la historia: 250 millones de dólares.
EL EXPOLIO - EL GRECO (1579)
Fue un artista que se adelantó a su tiempo. Por gastada que parezca la frase, en el caso de El Greco (1541 – 1614) no deja de ser cierta. En su día pocos apreciaron sus figuras alargadas ni el uso que hacía del color, que llegó a calificarse como desagradable. El expolio fue un encargo para la catedral de Toledo pero, a pesar de la espectacularidad y el excelente acabado, no satisfizo a los responsables: era teológicamente incorrecto que, por ejemplo, las Tres Marías figuraran en la escena. Felipe II también expresó su disgusto por la obra. No sería la última vez que El Greco recibiría críticas de sus clientes.
LAS SEÑORITAS DE AVIGNON – PICASSO (1907)
Las primeras personas a las que Pablo Picasso mostró este cuadro quedaron horrorizadas. De hecho, estas primeras críticas desanimaron al joven artista, que tardó 9 años en exponer la obra en París, en 1916. El cuadro, que entonces no tenía título, pasó desapercibido o no gustó. De hecho, Picasso tardó otros 8 años en venderlo (por un precio modesto). En 1939 fue adquirido por el MoMA, donde todavía puede verse. ¿Quiénes fueron los primeros críticos de la obra? Artistas como Matisse y Braque. El primero le acusó de querer destruir el arte. El segundo opinó: «Es como si quisiera hacernos comer estopa y beber petróleo para que escupamos fuego».
LOS CAMPESINOS COMIENDO PATATAS - VAN GOGH (1885)
Cuando se expuso por primera vez no gustó a nadie. Él creía que era el mejor trabajo que había realizado hasta entonces. Años antes de sus célebres girasoles, Vincent quiso plasmar la esencia de la escena de una forma expresiva y optó por los tonos oscuros: los personajes están tratados con el mismo color que la tierra que trabajaban. Preparó a fondo el concepto y su ejecución, pero su hermano Theo decidió que nadie iba a tomarse en serio el cuadro. Por eso, en contra del deseo de Vincent, prefirió apartarlo de la exhibición pública. Ni siquiera lo puso a la venta.
ZAPATO - ANDY WARHOL (1956)
Antes de ser reconocido como un genio de la era pop, Andy Warhol decidió ofrecer al MoMA un dibujo suyo titulado Zapato. Poco después, el director le respondió amablemente en una carta: «Permítame explicarle que, dadas las severas limitaciones de nuestro espacio de exposición y de almacenaje, nos vemos obligados a rechazar muchas donaciones que nos ofrecen». El remate de la misiva no dejaba ninguna duda: «PD: El dibujo puede ser recogido en el museo a su conveniencia». Hay que decir que el museo neoyorkino hoy cuenta con cerca de 200 obras de Warhol. Incluido Zapato.
Conclusión: las opiniones de hoy son los memes de mañana
Más allá de que todo sea cuestión de gustos, está claro que un artista tiene que tener fe en sí mismo. El camino del arte está lleno de obstáculos. Así que, si crees que tus ideas tienen recorrido, nunca te rindas. La creatividad siempre encuentra su lugar en el mundo.
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