La autora de El talento de Mr. Ripley plasmó todo lo que sabía sobre el proceso creativo y la técnica literaria en Suspense. Cómo se escribe una novela de intriga. Un libro imprescindible para todo aspirante a escritor y para cualquier lectorde Patricia Highsmith, ya que está lleno de ejemplos de su propia experiencia.
El germen de una idea
La inspiración puede surgir de forma inesperada, sin que sepamos de dónde viene una idea. Pero el verdadero trabajo es convertirla en una historia. Por ejemplo: «Dos personas acuerdan asesinar a sus enemigos mutuos, lo que les proporcionará una coartada perfecta». Este es el germen de Extraños en un tren, la novela con la que debutó en 1950 y que Hitchcock llevó al cine.
Puede ser un detalle cotidiano que pasaría desapercibido para la mayoría de la gente. En cierta ocasión, Highsmith vio a un joven caminando por la playa de Positano, en Italia. Estaba solo y eran las seis de la mañana. ¿A dónde iba? ¿Qué había estado haciendo antes? ¿Cómo se sentía en ese instante? Después de unas cuantas preguntas más, las respuestas dieron forma al personaje de Tom Ripley.
No todas las ideas acaban convertidas en grandes historias. Pero sin estos pequeños destellos resulta mucho más improbable.
Emociones y experiencias
Se necesita convicción para sacar adelante una historia. Una novela no se escribe de un tirón. Requiere energía y planificación. Pero siempre se enriquece con experiencias propias, recuerdos que te han impactado e incluso emociones, tanto positivas como negativas. Muchos relatos breves nacen del impacto emocional de un episodio real.
Es importante tener en cuenta que Patricia Highsmith ofrece consejos basados en su vida y su obra que, sin duda, pueden ayudarte a emprender tu propio camino. Pero no cree en recetas infalibles: «No hay ningún secreto para alcanzar el éxito escribiendo, salvo la individualidad o, si se prefiere, la personalidad».
Las historias necesitan crecer
Entre el germen y el desarrollo de un argumento, Highsmith necesitaba un periodo de «cocción» que podría durar entre seis semanas y tres años. La idea original requiere ampliarse con personajes, con un marco, con un ambiente. Tienes que saber cómo son estos personajes, cómo visten y hablan, incluso debes conocer su infancia (aunque esta no necesariamente debe formar parte del libro).
Además, hay que crearle complicaciones al héroe (o villano). Es lo que la autora llama «espesar» el argumento. ¿Cómo se saldrá de un aprieto el protagonista? Recuerda que una historia no ha de seguir un esquema rígido y predecible. A todo el mundo le gusta que le sorprendan.
Una norma que a Patricia Highsmith le gustaba emplear (y que ha sido muy imitada) es conseguir que sus criminales resultaran más o menos simpáticos. No son modelos a seguir, por supuesto, pero se las arreglan para no resultar odiosos al lector.
El argumento
La autora aconseja crear un boceto del libro, capítulo por capítulo, para evitar las divagaciones típicas del principiante. La regla básica es una pregunta que el escritor se debe hacer a sí mismo: «¿de qué modo este capítulo hará avanzar la narración?».
La autora advierte sobre el uso de trucos. Por ejemplo, incluir un detalle científico que la mayor parte del público desconoce y cuyo único objetivo es sorprender al lector en el momento del desenlace. Es un recurso que nada tiene que ver con la literatura.
No te rindas
Uno de los aspectos más interesantes de Suspense. Cómo se escribe una novela de intriga es que no evita hablar del fracaso. Es más, para la autora «es lo que hace que la profesión de escritor sea animada y apasionante: la constante posibilidad de fracasar».
Por eso dedica un capítulo a las dificultades. Para ella, los problemas técnicos tienen solución. Y la mayoría de los obstáculos están en la mente del escritor, no en la página en blanco.
Patricia Highsmith muestra algunos ejemplos propios de relatos y novelas que se quedaron en el camino. Si una autora tan admirada es capaz de reconocer que, por mucho empeño que pongamos, no siempre acabaremos con una obra maestra entre manos, la conclusión es evidente: si algo no funciona, déjalo estar. Escoge otra idea y sigue adelante.
Cinco consejos prácticos
- Necesitas soledad para escribir
Hoy es difícil evitar las distracciones. En la época de Patricia Highsmith no había internet, pero ella ni siquiera tenía televisión.
- Convéncete de que todo es posible
Un escritor con imaginación es un espíritu libre. Tiene que dejar de lado (sobre el papel) sus principios éticos, sobre todo a la hora de escribir sobre criminales.
- Llévate la contraria
Escribir es un debate constante entre el autor y sus personajes. Una historia es el planteamiento de una idea, y cada avance es una discusión que se mantiene en solitario.
- Vive (y toma notas)
No tienes que copiar el estilo de vida de un autor que admiras. En el caso de Highsmith, ella dedicó mucho tiempo a viajar. Se trata de que construyas tus propias experiencias. Lleva un cuaderno siempre encima para anotarlas.
- Diviértete
«Al escribir un libro, a la primera persona a la que deberías complacer es a ti mismo». Es un principio que hay que tener en cuenta durante todo el proceso: desde el primer borrador hasta el punto final.
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