A todos nos gusta vivir aventuras en diferentes grados e intensidades. Pero cuando programamos un viaje no esperamos encontrar sorpresas diarias. Sobre todo, si son de carácter negativo y pueden evitarse. Aquí hay algunos consejos útiles para tener unas vacaciones seguras y sin sobresaltos.
1. Viaja bien informado
Investiga: ¿qué circunstancias de tu lugar de destino pueden afectarte? Desde el clima hasta variables relacionadas con la seguridad y la salud.
Documentarse no solo es útil para viajar tranquilo. También es importante conocer la cultura y las costumbres de un lugar, en especial cualquier detalle que pueda resultar ofensivo para los ciudadanos de otro país (o incluso para los de una comunidad autónoma distinta a la tuya).
Planifica qué debes hacer y a quién debes llamar en caso de emergencia.
2. La salud es un requisito importante
Lo primero es tener en cuenta tu estado de salud en general. Si usas alguna medicación, viaja con las recetas.
Asegúrate de estar al corriente de si tu destino requiere vacunaciones específicas. Si es el caso, no lo dejes para el último momento.
Si tienes algún tipo de seguro médico, revisa la cobertura que te ofrece y cuáles son las condiciones. Lee la letra pequeña y aclara cualquier duda.
3. Haz tu equipaje a conciencia
No hay reglas que sirvan para todo tipo de viajeros (no es lo mismo ir de mochilero que en familia). Pero el primer consejo básico es saber organizarse. El segundo, no cargar con cosas que no necesitas.
Aparte de lo esencial, lleva un minibotiquín para emergencias y primeros auxilios. Y hay cosas que nunca estorban, como una linterna de bolsillo y una navaja suiza.
4. Documentos: más vale duplicar que lamentar
Haz copias (digitales y en papel) de toda la documentación importante: el pasaporte, tu carnet de conducir, cualquier póliza de seguros, direcciones e itinerarios. Ten estas copias en un lugar seguro, escanéalos para guardarlos online y haz que alguien te las pueda enviar en caso de emergencia.
Recuerda que los GPS son muy útiles, pero que un mapa impreso no se queda sin batería en medio de un bosque.
5. La discreción siempre sale a cuenta
Vayas donde vayas, dejar claro que estás lejos de casa es un factor de riesgo. Siempre parecerás más vulnerable a quien te quiera estafar o robar. Sé discreto cuando pidas indicaciones e intenta no llamar la atención.
Eso vale también para el dinero: organiza cómo vas a efectuar los pagos. En caso de necesitar efectivo, no lleves encima grandes cantidades y toma precauciones cuando vayas a retirar dinero a un cajero automático.
6. Vigila tus pertenencias
Evita la ostentación y no bajes la guardia. ¿Realmente necesitas pasear con el portátil o con joyas y relojes valiosos? No pierdas de vista el móvil ni dejes tu cartera sobre una mesa, por ejemplo. Cuando estés en un transporte público o en una terraza, no descuides tus mochilas y bolsos. Si estás en un hotel, deja en lugar seguro tus documentos y tarjetas de crédito.
7. Aprovecha los recursos tecnológicos
Antes de salir, actualiza los dispositivos que vayas a usar. Si te roban el móvil, dispones de sistemas para borrar datos o bloquear tus dispositivos. También puedes usar códigos de seguridad adicionales que efectúen un bloqueo automático si intenta usarlos un desconocido.
A la hora de hacer llamadas desde el extranjero, asegúrate de comprender cómo funcionan los cargos relacionados con el roaming y los datos. Consulta a tu compañía para evitar sorpresas en la factura.
8. ¿Wifi públicas? Las carga el diablo
Evita usar contraseñas o compartir información confidencial en lugares con redes abiertas. No te dejes llevar por la comodidad y las prisas: es mejor que accedas a Internet de forma segura para prevenir el robo de datos, contraseñas de tarjetas de crédito o números de identificación personal.
Antes de publicar una foto en redes, piénsalo dos veces. ¿Quieres que todo el mundo sepa que estás de viaje? Del mismo modo, también puedes desconectar las funciones de localización cuando no las estés usando. Evita también la conexión automática a Wifi y Bluetooth, por ejemplo.
9. Protege tu hogar mientras estás fuera
No todas las precauciones tienen que ver con tu lugar de destino. Alerta a vecinos y familiares antes de marchar. Comprueba que cierras bien puertas y ventanas. Desconecta los aparatos electrónicos que no sean imprescindibles. Si dispones de alarmas y sistemas de seguridad, asegúrate de que funcionan.
10. ¿Viajas en coche?
Tiene que estar en perfecto estado: no te saltes ninguna revisión. Si tienes un seguro, ten en cuenta las condiciones que te ofrece fuera del país.
En cualquier caso, ¿estás seguro de querer conducir? Hay países en los que puedes encontrarte con dificultades adicionales (Gran Bretaña, por ejemplo) o con un tráfico caótico o impredecible (no pondremos ejemplos). En estos casos, considera la opción del transporte público.
11. El sentido común no ocupa espacio
Tanto si estás en Nueva Delhi como en Nueva York, usa el sentido común. Mira a tu alrededor y no te confíes, tanto si estás rodeado de una multitud o en una calle solitaria.
Ante una amenaza, un conflicto o un robo, tu integridad es lo más importante. Nunca te enfrentes a desconocidos: es preferible salir huyendo que acabar envuelto en una reyerta.
Ten un plan de emergencia aplicable en caso de que te separes de tus compañeros de viaje o tu pareja.
Ser precavido no implica tener que perderse el encanto de la improvisación o las oportunidades de conocer gente nueva. Guíate por tu instinto: ante cualquier señal sospechosa, mantén la calma y abandona el lugar.
No pierdas el contacto: recuerda que es importante que amigos y familiares sepan dónde estás, sobre todo en viajes largos. Comunícate de vez en cuando.
En cualquier caso, lo más importante es que disfrutes de tu experiencia: ¡Buen viaje!
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